jueves, 4 de noviembre de 2010

Una cuestión de género

En la actualidad del hockey argentino es marcada la distancia entre hombres y mujeres.

En Argentina el hockey sobre césped vive diferentes realidades, mientras que las Leonas marchan a cada torneo a brillar, metiéndose en el corazón de cada espectador, como lo hicieron el pasado mundial en Rosario, la rama masculina no logra escalar a los primeros puestos. Esto puede justificarse por varios aspectos: la poca difusión del hockey masculino a nivel nacional, la gran competitividad entre los seleccionados de varones y el dinero que se invierte que no es el óptimo, lo que dificulta el crecimiento.

Si nos enfocamos en la popularidad según géneros en nuestro país, las chicas llevan ventaja, esto se debe a que en los últimos años no paran de colgarse medallas y subirse a cuanto podio se arme en cualquier parte del mundo, lo que derivó en que miles de chiquitas se vean por la calle con un palo bajo el brazo para ir a entrenar. Además la contratación de jugadoras argentinas a equipos de ligas importantes, provocó un salto de calidad, la posibilidad de vivir del deporte y lograr ser la cara visible de las principales marcas deportivas. Pero, ¿por qué los hombres no pueden alcanzar la popularidad de las mujeres?

La primer explicación de que el hockey sobre césped masculino haya quedado bajo la sombra del femenino en nuestro país se da porque lo juegan muy pocos y la mayoría de los jóvenes que quieren dedicarse se deben ir afuera, debilitando el nivel de los torneos locales, porque no pueden estudiar o trabajar y jugar simultáneamente. Además que al ser un deporte amateur no tiene la mejor organización, el público está acotado a las familias de los jugadores y no posee los recursos necesarios para tener una infraestructura adecuada, como por ejemplo la carencia de campos de juego de agua.

Si hablamos del seleccionado masculino argentino la dificultad más grande es la competitividad que existe en los torneos, ya que hay muchos países en constante crecimiento y la exigencia es cada vez mayor. A pesar de ello, en el último mundial disputado en Nueva Delhi, Argentina se metió entre los ocho mejores, algo más que meritorio. Se hace complicado entrar en el grupo de los cuatro mejores ya que el hockey masculino no tiene una liga de calidad que lo sustente, ni el dinero y la publicidad que adquirieron por ejemplo las Leonas por los logros obtenidos.

Pero como las chicas alcanzaron la gloria, los varones con el apoyo del estado mediante becas, invirtiendo en canchas y vestuarios, sumando experiencia en campeonatos internacionales y con un entrenador como Pablo Lombi, que sueña con una selección protagonista, se podrá pensar en que el salto a los puestos de elite puede ser posible. Lo más cercano son los panamericanos en 2011 clasificatorios a los Juegos Olímpicos de Londres y las ganas de hacer historia son grandes.

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